Las estrellas, son testigo, del amor que te profeso.
son ellas, mis amigas, en la soledad, en los momentos
en donde el dolor se hace fiel realidad.
Las estrellas me consolaron, cuando mi alma se ahogaba
en llanto, cuando cruel era mi sufrir, ellas besaban mi frente
y yo entre lágrimas, les sonreía, a pesar de mi honda herida.
Las estrellas me abrazaron cuando en el frío de mi piel
me hacían falta tus besos y caricias que tiernamente me
sabían a miel, una estrella me arrulló en canto de oropel.
Las estrellas, hoy conmigo soñarán, que en tu lecho ya
me recuesto esperándote sentir, como ardes de pasión
en este arrullo de estrellas, entregándote hasta mi última
ilusión; un suspiro que salió de mi enamorado corazón.