Esa silueta distante
que recubre tu cuerpo
en las mañanas soñadas
es el marco perfecto
que eclipsa el sol de mis ojos,
con el rose puro de tus alas
y las caricias serenas de tus manos
se pudo envolver el río más cristalino,
encontrando en tu voz un suspiro de vida,
una leyenda nueva sobre tu arcos iris
y los días bendecidos con tu ser,
esos tiempos magníficos de luz
que fueron la entrega plena de tu amor.