Hoy, poeta quiero,
ser la palabra que la distancia impide.
El cálido espacio,
que entre los brazos desespera.
.
Porque no hay mayor felicidad,
que la que en mi pecho habita,
parecido al yunque y al martillo,
al suspiro y viva llama de una vela.
Dejadme ser poesía,
con los ruiseñores de vuestros ojos
y la bien madura granada enrojecida,
que tan perfecta, se sonríe en vuestras bocas.
.
Dejadme ser el poeta,
de los pueblos y nubes que os acompañen,
que todo camino insista,
en ser de vuestras brisas,
su flor más perfumada y femenina.
Dejad que mis letras,
sean como el cristal de primaveras,
que conserve y retenga
tan distinguida esencia amada.
.
Aquí y ahora,
poeta de lugares y momentos,
continua la tormenta
y el trueno incesante,
continúan los canes aullando tras las costillas,
continua el estigma agradecido,
que me hiere y me alimenta,
me hace sentir tan especial y único
.
Porque yo me alimento de vuestros corazones,
dejadme soñar con ellos,
ser el dueño del tiempo,
del calor de vuestros pechos.
Con todo mi amor y cariño , para Aurora y Carolina