Pero es quizás el contorno de tu sombra
donde paseo mis manos y mi tiempo
(dónde escondo mis besos)
Acaso
en el abismo de tu boca
y me refugio
en el espacio de tus brazos…
Cubre el entorno que me queda
dejando abierto
el puerto de tus ojos.
Humedeces mis brazos cual barbecho
con sólo respirar
sobre de ellos
-invítame a comer el néctar de tu seno
y sacia el hambre que me ahoga el pecho-
Amor mío…consuela los minutos que me queden
-que son muchos lo sé-
porque es tu piel la que me suda
la que sabe de mí.
Como un ósculo oscuro me he impregnado
-denso-
Sobre el imperialismo de tu cuerpo.
Quiero estar en ti
refugiarme en ti -penetrarte-
agua salada que en mi labio dejas
o el dulce desazón de una mirada
por eso en el contorno de tu sombra
paseo mis manos y mi tiempo…,
es agonía cuando no te veo
pues atravieso la ausencia de tus besos
y en el callejón de tu presencia
sólo muero.