Mujer que a morir te condenan
a muerte en lapidación
por manos de otros amigos
que enseñándose contigo
a ti te arrebatan la vida
y rompen mi corazón.
Con insultos y con piedras
se va escapando tu vida
en realidad tus heridas
serán marcadas con fuego
en la piel de tus verdugos
y el corazón del cordero.
Creyendo los pobres necios
que tu alma así se salva
dueños de tus esperanzas
en tus últimos suspiros
escuchara los insultos
entre cantos y alabanzas.
Esos hombre impolutos
que al tirar la primer piedra
se convierten en sanguinarios
recordándome el calvario
por el que Jesús pasó
terminando en su sudario.
El que este libre de pecado
tire la primera piedra
es un dogma, una enseñanza
de todas las religiones
pero no atienden a razones
por prepotencia y sumisión
a esos seudo religiosos
que pueblan esa nación.
Ángel Reyes