<< QUISIERA >>
Quisiera enterrar tu corazón
para no escuchar tus latidos
y evitar que perturben mis sentidos
y llenen de tu nombre mi pasión.
Quisiera cerrar mis ojos y dormir,
cerrar mis ojos tranquilo y soñar;
pero sin ti no lo puedo conseguir,
sin soñarte no me quiero despertar.
Quisiera resignarme y olvidar
y borrarte para siempre de mi vida.
Y volver a vivir, volver a empezar
y considerarte al fin perdida.
Pero aún no puedo ignorarte,
ya parezco un hombre de esos
que viviendo pendiente de tus besos
se muere sin poder besarte.
Quisiera y por tanto querer
siento que el sufrir es un castigo;
me castiga ser sólo un amigo,
desearte y no estar contigo,
extrañarte y no volverte a ver.
Quisiera no verte tan bella,
ni adorarte con tanto frenesí;
que no me supieran a ti
los besos que le doy a ella.
Quisiera tener una duda
y aferrarme a ella y rechazarte,
tener fuerzas para no mirarte
cuando te muestras desnuda.
Pero hoy esclavo de tu encanto,
víctima de mi propia suerte,
paso el tiempo sin tenerte
¡y no sé si pueda aguantar tanto!
<< NO ES VERDAD >>
No es verdad que estando tú ausente
el eco de tu voz se me apagaba
y que otro nombre de mujer merodeaba
los laberínticos rincones de mi mente.
No es verdad que tu imagen sonriente
vagaba en los mares del olvido,
contigo siempre me sentí diferente
y sin ti era un ángel caído.
Si te han dicho de mí que he sido
tan sólo un simulacro del amor,
que te he visto llorar y en tu dolor
nada hay que me haya conmovido;
te digo -si acaso has creído-
lo que de mí te han contado,
que no hay de ti alguien más enamorado
ni sin ti alguien más perdido.
Yo te amo y ahora lo escribo.
¡Y no hay nada más cierto!
Si te amaré después de muerto,
¡cuánto te amo ahora que estoy vivo!