Me llamaste...
platicamos sobre un percance
te dije con el corazón:
para eso me llamaste?
y con orgullo en tus manos
dijiste chao tan cortante y decidiste colgarme
Yo te amo y de eso no hay duda
pero si duelen tus actos de amargura
Yo no te reprocho,
yo te pienso,
pero a veces tus labios son de acero
Todos erramos
podemos retractarnos
pro las heridas de mi corazón
han quedado
En mi velador
espero ansiosa tu llamada
hasta las doce de la noche
no escuché mi celular que timbraba
son las doce y veinte y te añoro
pasará un siglo
en el que me ahogo
terribles estas noches oscuras
en las que desearía morir
pero tengo mis dedos
para escribir
este fiel recuerdo escrito
que te hago a ti.
Romina Reyes N.