Se allegaron a él, mis manos.
Sumergida en el mar de
sus cabellos bese sus ojos
nacarados, hice míos sus
labios, brisa marina
encendida; oleaje,
fundición, roca, arena.
Fui arena esculpida en sus
manos, primavera.
Delineé en él, bitácoras
que surcaran otros mares.
Yo, era su ama.
Él, vasallo enamorado.
Fue en mis ancas camino
nuevo.
Lleva en sus besos tatuado
mi nombre un, te quiero.