joaquin Méndez

Escondido , entre tu cuerpo, y tu almohada

 

 

Duerme, un sueño eterno,  mi recuerdo, atrapado en la luz de la mañana

Después de haber, estado toda la noche

Escondido, entre tu cuerpo, y tu almohada

Siento a un, el calor de tus caricias, recorriendo lenta mente, todo mi cuerpo

Y el suspiro, de tu boca apasionada,  que me dice mil cosas, sin querer decirme  nada.

Que daría, por no olvidar, lo de esta, noche

Y seguir enredado,  en la ropa, de tu cama

Para no,  poder salir, de entre tus piernas

Para que sientas, mis lamidas, con más ganas

Que daría por no borrar de mis sabores. El salitre de tu sexo humedecido

El chasquido, de tus besos en mi boca

Y el galope, de tu cuerpo, enloquecido

Dime,  Luna, ¿tú la, has visto? ¿No sentiste sus suspiros?

¿Es que acaso, ha sido un sueño, mío? ¿Es que yo no lo he vivido?

Pero, Si aun,  siento su palpitar. Y siento… sus contracciones.

Luna, si, se ha, comido,  mis  carnes,  con ansia y con desespero,  se bebió mi brebaje,

Si galopaba, sobre,  mi grupa, como, a un caballo salvaje.

                                  ¡Si a un respiro su aroma!  Si tengo, impregnada,  mi piel,  con el sudor de su piel

¡Si a un, me queman, sus besos!

 Por eso, sé que no es, un sueño. Luna, ¿Te das cuenta?

Ves, no ves, que la tengo, en mis brazos, todavía.

Por eso, lo sé… por, eso se que no es un sueño.

Autor: Joaquín Méndez 23/09/10. Reservados los derechos.