Hoy cargo una nostalgia muy profunda.
No sé si tengo hambre, no recuerdo si dormí.
Hoy paso desapercibido, evito las miradas,
los ojos de la gente.
No existe nadie,
nadie se cruza en mi camino
y no sé si donde piso hay suelo.
Siento un hueco, no sé si es hambre.
Ya choqué tres veces contra algún desconocido,
que así se quedará: desconocido y lejano,
como lejanas están hoy mis sonrisas
y mis notas de armonía.
Hoy me muevo, pienso, callo, en Si menor.
El día sí me acompaña:
gris, sin sol (como sin Sol está mi canción).
Hojas secas. En el suelo hay hojas secas,
en el viento, en mi alma, es invierno,
y en las ramas de los árboles
sólo hay desolación.
Están desnudos, mueren,
ya sollozaron en otoño,
hoy callan, como callo yo,
mi voz, mi alma, mi canción,
mi nostalgia profunda,
que pesa como el viento
sobre el cuerpo,
mi cuerpo,
que apenas se aventura a recordar
cómo existir.
Carlos Alcaraz
16/11/10