De la noche a la mañana
espera el amanecer
se levanta con su caña
sin sentir ningún placer.
Soñaba con una cama
con baldaquino y dosel,
en sus brazos una dama
mordisqueando en un pastel.
Cortinas de seda blanca
añaden suave elegancia
sutil serenidad franca
murmullos en la distancia.
Sus labios forman sonrisa,
navega en azul de lunas
con dulzura de melisa,
escritas en letras runas
Tope con el en la puerta
muy temprano en la mañana
creyendo que era desierta
del susto, crecio una cana.
Merche DemBar
20.11.10