(esperar 17 segundos de la música para leer el poema)
La voz que recorre las nieblas
rompiendo mis brumas grises
escalando tan fuertes pruebas,
es el sonido de lo que tu dices.
El silencio corre del miedo,
no soporta tu melodía pura,
pide por clemencia sin credo
al no competir con tu altura.
En todos los aires te escucho
viajando sin peso con alas;
cada tono oral no es mucho
ansiando sentirte mis ganas.
Los pájaros crecen su canto
deseando seguir esa armonía,
esa que despierta el encanto
de tu voz al entonar sinfonías.
La envidia de celos esta muda,
escondido el rencor se muere,
la rivalidad ante ti se desnuda,
es tu eco que a todos sorprende.
De la natura, de las expresiones,
en la vida hay sonidos variados
pero la música de mis amores
es tu canto teniéndome aferrado.
Vito Angeli