En las largas tardes
cuando sola me encuentro
me subo al tren de la imaginacion
para asi viajar hasta las sierras.
Viajar a Cordoba,
ir por esos caminos sinuosos
sintiendo un mareo,
cuando va a las alturas,
pero en las bajadas,
en suaves cosquilleo en el abdomen
entre subidos y bajados,
entre ripios y asfalto
llegar al mirador y alli observar
ese alegre por lo colorido,
pero triste paisaje, por lo desolador
casitas aisladas, una aqui, otra mas alla...
Al mirar se ve un cartel que dicee:
"se vende, con financiacion"
¿como es la financiacion?
me interesa... llamo al telefono...
Trato hecho, compro la cabaña.
Al cruzar el portal admire sus paredes
de piedras, ¡que bonitas!, sin pintar
en mi mente la amueble.
Cortinas rusticas, oscuras, por el resplandor
frente a la ventana me pare
y que vi, un hilo del rio que dividia
el enorme patio empedrado
frente a ella ubique mi reposera,
una mesita al costado,
con mi notebook,
al otro lado la biblioteca,
con variedad de libros.
Alli mismo me dije
que mas se nesecita para ser feliz
cuando una sola esta.
El agua, las piedras, el sol, el calor,
las caminatas, largas caminatas,
para llegar a la ciudad.
Para cuando no se puede salir
porque el dia no lo permite
tengo mi computadora la que me deja estar
siempre en contacto
con mis amigos, este donde este,
amigos del portal, que he cultivado
a travez del tiempo...
El telefono...la alarma...
que me trae a la realidad,
me he dado cuenta que...
todo eso fue un hermoso sueño
un sueño muy inalcanzable.