A las palabras poco agraciadas,
No darle oídos aunque tengan eco.
A las bellas abrirle el pecho,
Si el corazón las reclama.
A los amigos, en cumpleaños,
Tenerlos cerca del corazón*.
A los enemigos, aun más de cerca,
Para poder… medirlos mejor.
A las palabras necias y mal vestidas,
No darles nunca muestra de amor
Oh! Alma fuerte… o alma pura,
Dadme calma para callarme.
Y no devolverle a mucha gente,
La fealdad que a veces miento.