Paseo en un péndulo
dentro un vórtice aquoso
con paredes anaranjadas
y magnolias voladoras.
Una lagartija sonríe
al zumbar de mis pasos
eco de montañas invertidas
y aves caminantes.
Un barco flota las nubes
y mis brazos son remos
y el arco iris es puerto
dónde anclan las palabras.
Las emociones tiemblan miedos
ocultas en gusanos de seda
devorados por arañas nocturnas
en el abismo de mis paredes.