oxwell L-bu

***Carta sin Remitente***

 

***Carta sin Remitente***

 

Si me recuerdas…Con tu mirada inquisitiva me preguntaras

¿Por qué te escribo? Y la verdad  es que no sé, ni que responderme

a  mí mismo…Mas te diré que apresar del tiempo no he logrado

dejar tu recuerdo en el cementerio del olvido.

 

Te diré que como sonámbulos mis sueños buscan en las noches

el encuentro con tu piel, que aquel sabor a miel de nuestro primer

beso sigue siendo el sello que dibuja en mi boca una sonrisa cada vez

que lo recuerdo…

 

Sé que mis recuerdos son estériles esfuerzos por pretender

hacer que vuelva un pasado, que no volverá y que mas da

si yo se que en estas carreras de la vida, el tiempo siempre

nos gana la partida…

 

Sé que han pasado los años desde que enterramos aquel amor

de niños y pusimos una lapida sobre su tumba que dice: “Nunca, jamás…”

Pero ¿Qué hago? Con este terco corazón que me reclama tu ausencia

y  suplica clemencia, yo para no escucharlo relleno con letras crucigramas

sin solución, que es como leer un pentagrama sin canción.

 

Es que nunca aprendí a rellenar los espacios entre palabra y palabra,

es por eso que voy robándole versos a Neruda para llenar esos espacios en blanco…

Y cuando creo haberte olvidado, este corazón me grita que regrese

tu presencia aun que sea en forma de recuerdo…

 

Quizás sería mejor enviarte una hoja en blanco, con un sobre en el que

este el nombre y dirección del remitente, con una de esas estampitas que capture el sabor de tu saliva…

 

Quizás sería mejor el pensar que ya has dado ese brinco a la eternidad

y que es cuestión de tiempo para empezarte a olvidar, mas el corazón

me dice que la muerte no ha vencido mientras no haya olvido, porque el

alma la trasciende y en el cielo una luz se enciende…

 

¡Ah! Si uno pudiera arrasar con los recuerdos del corazón por la falta

de memoria… Pero hay memorias que aun las olas del tiempo no

consiguen borrar.

 

Y es que nuestra historia, es como el péndulo de un reloj en mi mente,

que es recurrente y a cada hora se repite y por más que he querido jugar

al escondite, siempre me encuentra.  Sé que es posible que al caer

esta carta en tus manos, pienses  que llego a la dirección, hora y persona

equivocada y vaya a parar el cesto del olvido.

 

Y la razón por la que esta carta no lleva remitente es porque quemando

esperanzas este corazón espera, que al irla leyendo despierten tus nostalgias

y me recuerdes.        

 

Firma:  El loco de siempre