<< HECHIZO >>
No sé qué hiciste para tenerme así,
pero ahora encuentro sólo en ti
las cosas que día a día voy buscando.
Ya ves, creo que esa es tu virtud,
pienso que mi vida la tienes tú
y no sé cómo ni desde cuándo.
No sé qué hiciste, parece un hechizo,
un acto de magia que hizo
que de ti me enamorara;
supiste hallar la manera
de que un día te conociera
y nunca más te olvidara.
Supiste entrar en mis sueños
y llenar de personajes risueños
cada una de mis historias
y escribir de corazón
páginas en mi vida llenas de pasión
y otras llenas de gloria.
Lograste de una forma extraña
para ti que hoy no me acompañas
conquistarme, qué situación tan rara,
que luego del momento aquel
en el que llené de besos tu piel,
yo más nunca te olvidara.
Y hoy ardo en deseos de besarte,
me mata el deseo de abrazarte
de consumirme en tu fuego,
pero ¿sabes? he soñado
que en la playa nado y nado
y a tu orilla nunca llego.
Que te me haces intangible,
lejana, distante, invisible,
que no te puedo poseer
y ahora tengo un problema,
no sé qué escribir en mi poema
ni sé qué hacer con mi querer.
Tienes un pedazo de mi vida
que sé que aunque lo decidas
no podrás devolverme
y sé, razón de mi sinrazón,
que no hay una ilusión
en la que no puedas envolverme.
No te molestes por lo que hable,
no diré que eres culpable
si mi corazón un día se para,
pero te digo algo cierto,
tendría que estar "bien muerto"
y aún así no te olvidara.
Quisiera llorar escribiendo
para ir así entendiendo
que simplemente no eres para mí
y bajarme de esta nube,
imaginar que nunca te tuve
por lo tanto, nunca te perdí.
Y si un día me muriera
y Dios a su manera
a la vida me regresara
para darme el placer de vivir,
yo me volvería a morir
si un día te olvidara.
<< CON EL ALMA >>
Estoy sentado con mis manos juntas,
tratando de dar respuestas a las preguntas
que acerca de ti hay en mi mente.
Tan sólo de un vacío soy dueño
y del aire ficticio de un sueño
que llegó a mi vida de repente.
Hay un silencio que me grita,
hay una incertidumbre infinita
y tu nombre está clavado en mi memoria.
Hay miedo hasta en mis venas
de ver que aún no están llenas
en mi vida, las páginas de tu historia.
Miedo de respirar y no saber
si en el aire que logro retener
puede haber residuos de tu esencia.
Miedo hasta de soñar...
y no poder soportar
las horas sin fin de tu ausencia.
Miedo de sentir miedo,
de llorar, de sentir que no puedo;
de no ser lo que no he sido,
de no poder ser yo mismo;
miedo de caer en el abismo
laberíntico de tu olvido.
Cierro mis ojos y trato de huir,
pero te puedo sentir
hasta en mis labios cuando me muerdo.
Aquí estoy, aún vivo, aún soy
y veo mi sombra cuando voy
corriendo detrás de tu recuerdo.
Es cierto, a lo mejor soy un cobarde
o tal vez fue que se nos hizo tarde
y llegamos con la película al final...
Pudo ser diferente todo,
seguramente había algún modo
pero nunca supimos cuál.
Me quedaré aquí sentado
y cuando el presente sea pasado
y no haya visto a quien nunca pude ver,
entonces, ya en calma,
diré mujer, que te amé con el alma
y no me lo pudiste creer.