LAS COSAS DEL SENTIR
Que te quiera es pecado, dice el mundo por ahí
Que no sabe del dolor que es dejarte partir
La gloria fue aquel día, en que yo te conocí,
Paseando con mi hijo, por Montmartre, en Paris
Me miraste a los ojos y en seguida comprendí
Que eras el amor deseado, el que siempre pretendí
El sol nos iluminaba, como a dos privilegiados
Y su luz te recortaba como a varón exaltado
Los olores de la tarde cómplices determinaron
Que para nosotros era, el paraíso buscado
El niño se entretenía en la fuente de la plaza,
Mi corazón galopaba, como un animal de raza
Te acercaste y dijiste en un idioma enredado
Que era la dama más bella que habías encontrado
Te sentaste a mi lado y presintiendo la manera
Te dije medio turbada “no soy libre y soy viajera”
Tus ojos dejaron ver la pena por lo dicho
Son las cosas del querer, que se meten en la sangre,
Sin respetar contratos, ni tiempos, ni otros datos.
Hoy nos cruza el destino y nos pone en el camino
Me tomaste de las manos y me quedé sin aliento
¡Cuánto había soñado con vivir ese momento!
Las palabras quedaron vibrando en la brisa
Tu boca robó mi beso y te marchaste de prisa
Quedó la tristeza impregna, por aquel amor tardío
Al lugar nunca volví, no soportaba el hastío
De saber que ahí dejaba el corazón destrozado
Alejada de aquel hombre, que era ¡El que más había amado!