Momentos e instantes de placer
que llenan mi alma de querer
mi alma que se hirió y que con el tiempo
nunca he visto o sentido recuperación.
Vacíos y transparentes espejos
que logran combinar mi reflejo
con licantropía y agonía desvenido
sucedía el día en que yo moría.
Muy lentamente me sostenía
en el paraíso eterno de tus días
caminando, viendo tus orillas.
Saludando a las sombra del espectro
la que no he podido olvidar
y carecía de enfermedad
pues se alimentaba de mi inocencia.