Lastimada luna
ya no mira lejos
en vigilia observan
su inquieto frenesí,
y si a oscuras queda
no veo su reflejo
y en breve silencio
ya oculta su piel.
Con un giro lento
muestra sus dos caras,
miran desde cerca
recuperar su luz,
y aunque ella nunca
dejó de alumbrarme,
con su lado oculto
me he quedado yo.