Quisiera tenerte entre mis brazos
y no tan solo perderme en tu mirada,
dejar que hable el silencio y los latidos,
dejarme llevar por raudas emociones.
Saber que el corazón se ha detenido
en los calidos saludos de tus labios,
sentir que vivo y muero cuando te veo
mezclar tu esencia en mi ser.
Quisiera llamarte cuando duermes
y saber que he despertado en ti
la certeza de saber que aun me amas,
y saber que yo también te amo.
Y no angustiarnos por indiferentes,
y tener entre mis brazos y los tuyos
el río de esperanza que nos une,
y amarnos como sabemos hacerlo.
Quisiera, no tan solo llamarte,
Y no esperar a que el día caiga
para extrañarte, y no rendirme,
y detallar cada segundo que ha pasado
desde aquella noche como ahora
en que tu voz me ha recordado
lo innato y la razón de mí vivir
y saber que ciertamente
te sigo amando...