Niña con la cara
cubierta de inocencia
resignada a que la lleve
a la cama desarropada
con ganas
que las desahoguen desnuda.
Infinito amor
que la sepulta
en los brazo de su amante.
Sepulcro capullos
olores fragantes
que mana pudrición.
Nunca volverá a sentarse
en la silla
de su confidente
que le robo sus inocencias.
Todo lo derecho reservado de autor: Francis Mota