“Esta luz nunca se apagara” Mikel Erentxun.
Se apagó la luz de tu mirada
en la soledad de tu cuarto.
Pero olvidaste cerrar la luz
de la gente que te amaba.
Ya se calló el llanto
triste de tu guitarra.
No se oye tu voz
en cada esquina de la ciudad.
Sé que ya formas parte
de otro viento, de otro cielo.
Entendí que ya no tendré
los versos que tu voz
me regalaba al atardecer.
No entendí tu adiós
sin una palabra, sin un beso
que mi dolor pudiera mitigar.
Se apago la luz de tu mirada
En la soledad de tu cuarto,
pero la luz de tu recuerdo
seguirá brillando en mí.