ALVARO J. MARQUEZ

ACORRALADO

Quiero taparme los oídos

para no escuchar sonidos

que me recuerden tu nombre.

No quiero cerrar mis ojos

para no imaginar el rojo

de tus labios en mis labios de hombre.

 

Quiero embriagarme y luchar

por tratar de olvidar

tantas cosas que hablamos.

Quiero acostarme a dormir

para no volver a decir

que te amo...que te amo...que te amo.

 

Quiero correr y escapar,

correr hacia adelante sin voltear,

a ver si me alejo, si me pierdo

y no imaginar cuando me nombras,

pues sé que tras de mí estará la sombra

creciente y sin fin de tu recuerdo.

 

Quiero escribir sin nombrarte

o proceder a borrarte

como si fueras un dibujo.

No sé cómo hiciste en verdad,

para quitarme la libertad

y hacerme prisionero de tu embrujo.

 

Un pájaro hace suyo el cielo

y en sus alas el anhelo

de ser feliz lo acompaña.

Yo no tengo alas para volar

ni cielo para alegrar

este corazón que te extraña.

 

Afuera llueve y no escampa

y yo, como ratón en su trampa,

me siento morir poco a poco.

Quisiera que me pudieras decir

cómo se puede vivir

enamorado de ti como un loco.