Camino por la obscuridad de la noche,
me acompaña la sinceridad de la luna,
como siempre solo cuento un reproche,
cual si ella tuviera de todo culpa alguna,
más no responde, ya no responde,
aún recuerdo aquellos momentos
de inocente soledades,
caminando alegre sin cantarles mis pesares,
más vanos e insignificantes
cada día se convierte en andar errante,
no se la realidad oculta de mi vida,
no encuentro la serenidad conjunta
que de consuelo llenará mi alma,
más al ver tus ojos inocentes,
creo que tengo nueva vida
para darla!!!
Carlos R. Barrera