Alexander Vortice

VÍSCERAS

Dios tuvo miedo y los hombres pavor.

Decir esto no resulta fácil cuando has dejado tu cruz

a un lado y crees que eres el amo

del mundo donde has nacido.

 

Recuerdo que el motín me pilló tomando té;

los que no creíamos en Dios

tuvimos que buscar reposo bajo la mesa

en el momento en que el meteorito

cayó sobre el planeta.

 

El miedo -el enfado- de Dios hizo

que alfa se comunicara con omega

y que los seres humanos sudaran sapos

y culebras,

vísceras

y leche materna.