Manos enfundan marionetas en el duende de las ferias
en los telones para un sediento público.
Ferias de cascabel y pastel en lazo
lazo de un vino jerezano jolgorio y palmas
en la noche de crisálidas y faunos.
Tiembla la voz del labio el pie taconea.
Entre cirugías la cultura se asienta en el duende de las ferias
sangre gitana sabores de talvina.
Silla de anea entre locos lunares
yemas de un genio que recorre una guitarra
peineta y velo dicción del abanico
salta
vuela
surge el ángel de notas con alas en los pies dolidos.
Carne de la carne del cante
cante entre las álgebras de una tierra
engrandecida por su tendida alma al sol.
Las aristas del arte sobre el asfalto.
Xesca Almécija