Rosas para ti, he recogido, hoy
Para ofrendarte mi vida, mi tiempo, mi Yo.
Rosas rojas, blancas, púrpuras y amarillas,
cortadas de mi jardín, en mañanas de amor,
para decirte, lo que no digo, por ese maldito temor
de no encontrarte, de que no seas, querida
la que llegará un verano, para sanarme la vida.