La noche luce extraordinariamente hermosa, acompañada
de sus dueñas “la luna y las estrellas” luciendo su gran
majestuosidad.
Las observo día a día, que no envejecen
están bañadas en fuente de juventud, y ésto, no las envanece
les da sencillez y esplendor.
Un espectáculo, de lluvia de estrellas, me han regalado hoy.
Mis ojos se regocijaron y extasiada las miré, con gratitud y
admiración.
Camino tranquilamente bajo su luz, y me llenan de inspiración.
¡Que amor! Tan desinteresado siempre me han otorgado,
sin conflictos ni lamentación.
Su amor y belleza es un arte, digno de conversación.
GRACIELA DANTES