Indiferencia
al agravio de tus actos,
a la existencia aburrida
junto a ti,
a tus palabras vacías,
a tus miradas acusadoras,
a tus besos sin ganas,
a tus constantes olvidos,
a tus odios desmedidos,
a tus rencores,
a tu arrogancia,
a tu ignorancia,
a tus miedos,
a tus fantasmas enemigos,
a tus acciones pueriles,
a tus metas inconclusas,
a tus términos medios,
a tu inseguridad,
a tu avaricia,
a tu vida de sombras.
Indiferencia y olvido
a los días sin fin,
a las noches sin sueño,
a las mañanas de llanto,
a las horas de inanición,
a los minutos de incertidumbre
a los segundos junto a tu presencia ausente.
Indiferencia y olvido
a la acritud de tu voz,
al abuso de maquillaje,
a las obligadas apariencias,
a las citas incumplidas,
a las largas esperas,
a tus antojos,
a tus egoísmos conmigo,
a tus derroches con tus amigos,
a tus teatrales acciones,
a tu hipocresía amorosa,
a tu sarcasmo,
a tu pereza,
a tus riñas sin motivos,
a pensarte,
a extrañarte,
a desearte,
a amarte.
Indiferencia y olvido de ti.
POR: ANA MARIA DELGADO P