Volver a amar, dijiste. Amar, pero que te amen.
Y que por siempre te amen. Pero así estás amando...
Como confiar, dijiste, sin que las dudas llamen.
Confiar, sin dudar nunca. Pero así estás confiando...
No soy joven, dijiste. No quiero otro examen.
Y no quiero llorar, no. Mi piel ya se va ajando,
llorando y recordando, sufriendo otro vejamen.
Y eres tú, no el espejo, la que se está quemando...
Huyes, y de quién sino, del día que no cesa,
de la noche que empuja, del deseo que te pide,
del sexo que te abrasa, de la vida que pesa...
Y si el amor te duele, de tu amor estás presa.
Para el amor no pidas si así tu amor reincide.
Porque el amor te ofrece, si a ti tu amor regresa...