¡Buenos días vecina!
¡Buenos días caballero!
tiene desarreglada su pretina
y doblado su sombrero
Dejó cañones sin afeitar
y un poco de sucio en los oídos
tiene lagañas en el lagrimal
y el pantalón un poco descocido
Lleva el cuello levantado
y las mangas arrugadas
tiene el ojo muy hinchado
y un poco de talco en la papada
Tiene la corbata muy arriba
y el labio mordido muy adentro
por eso cuando sale su saliva
siento de repente mal aliento.
Así me tuvo varios minutos
son su detallada auditoria,
a muchos saludarla les da susto
y ninguno en ella se confía
Mi vecina me puso en apuros
con ese examen tan minucioso
por eso yo casi ni la saludo
aunque ella me diga pretencioso.
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