Las puertas de los cielos me revelas
suspiro de tus labios nacarados;
tras un instante luego están sellados,
obstáculo de célicas parcelas.
¿Mas como franquear las dos gemelas
si en tan precioso edén no hay invitados?
Tan solo el aire pasa por sus lados
dejando allí diáfanas estelas.
¡Al fin! ¿Es esa lógica la entrada?
Un soplo de mi boca en sus umbrales
e iré cual fugitivo de pasada.
¡Señor! Cura encontré ya a tantos males,
Ya no tendré más trabas de tu amada
y dulce boca de hábitos marciales.
Iraultza Askerria
http://iraultzaaskerria.wordpress.com/