Qué difícil es decir adios
ya flechado el corazón,
cuando un amor se pierde sin razón,
se va desintegrando la ilusión.
Qué dificil es decir adios,
cuando hay un sentimiento,
tan arraigado en el pecho...
sentimiento, que se torna en sufrimiento,
promesas rotas que con el tiempo
sólo queda el dolor y el lamento.
Què difícil es decir adios,
cuando aún hay fuego en la chimenea,
esperar que los leños no ardan,
qué, de ellos, sólo queden las cenizas,
que pronto se las lleve el viento,
para que su fuego no se avive,
así no habría tormento,
ni adios... ni despedida.
Sólo así se vive,
cerrando bien la herida
y dando fín al sufrimiento.
Qué dificil es decir adios...
sin una despedida.
¡Qué se puede hacer, si así es la vida!
Felina