El amor se llama Celina Obando
Eres tú mi más infinita fuente
de alegría, de poesía.
A tí, ¡Solo a tí!
te debo mi locura y mi cordura.
¡Como no escribirle a tus ojos tan profundos!
A tu belleza tan tierna y delicada,
que parece a un ángel robada.
Eres tú vida mía la luz de mis días
y la oscuridad de mis noches.
Quisiera robarle al cielo una palabra
que exprese todo lo que siento,
pero no puedo y no sabes ¡cuánto lo lamento!
Pero mientras encuentro las palabras
que te digan lo mucho que TE AMO
seguiré llamando a mi amor
como ahora lo llamo.