“El ayer” se marcho para siempre, con mis
errores y mis aciertos, con mis llantos y mis alegrías.
No puedo reparar nada de lo que que hice mal, ni borrar
palabras mal dichas.
No está en mi mano ver “el mañana” aún está por nacer,
no se si veré el sol nítido o triste y de esto nada puedo
disponer.
Solo me queda” hoy”, y quiero ser un puente para amar
y no dejarme separar por un rio de incomprensión para mi
semejante, pues el verdadero sentido de la vida es el amor,
un amor lleno de excelencia y de nobleza que lleva en sí
su propia plenitud y recompensa.
Que bueno que estoy en el día de hoy, para hacer lo que no
hice ayer, y no sé si el “mañana” lo lograré.
Graciela Dantes