La tarde amarilla
Se vuelve gris y de agonía
Amo el conocimiento ya
Aunque no la forma en que moriría.
Una fuerte tormenta fría
El día que mi deceso ocurría
Y yo, ya muerta en miedo
Sabía que ya solo tenía eso.
La muerte ya cerca venía
Y yo confundida y fría
Subí despacio a mi ataúd
La madera rechinaba y crujía.
Sabía que era la hora
El día de mi juicio
Ya solo contemplé la aurora
y soporté el maleficio.
Mis pecados debo pagar
La puerta del infierno se abrió
Y ahora ya no es mi vida
Tan solo del ser que temía.
Cicatrices antes de la herida
Convulsiones y mente carcomida
Este sueño es eterno y cortante
Ya se va la voz de cantante.
Cantante maquiavélico y bestial
Que toca y canta en mi funeral
Metálico el sabor del vino
Que él trajo a mi destino.
Luz Adriana Vargas Fonseca (Luna AnRo)