Yo tambien igual que vos
camine descalzo
sobre el asfalto y la brea.
Yo tambien toque con mis manos
el cielo de cemento
de mi cuarto.
Yo tambien lo tome a Cristo
y lo aprete contra mi pecho
para que sintiera mi dolor.
Yo tambien vi el mundo gris
y lo escupi varias veces
hasta ensuciarme con el.
Yo tambien senti en mis oidos
el grito de los hombres
poniendo precio a mi alma.
Y corri desesperadamente
donde alguien me llamaba
para darme calma.
Y ahora estoy aqui
con los brazos abiertos
esperandote.