A CONSUELO RODRIGUEZ DE LA CRUZ
Deseo esta noche de amor dejar este verso
a la mujer de mis sueños floridos de infante,
de aquella juventud de estudiante y de marinero
que lleno mis sueños de ilusiones con sus cartas.
Esa mujer nació una noche como esta,
de una mirada y un suspiro entrecortado,
fue una ilusión primera bendecida
que lleno mi alma y que no te olvida.
Fue amor inocente, fue amor verdadero,
de aquellos que se dan noche tras noche,
allí en su hogar o en la muda esquina
allí estabas tú y yo esperándote.
Ese amor de mujer ahora extraño,
y muchas veces digo adonde has ido,
te llamo esta noche y tú no llegas
dime amor...¿qué fue de nuestro delirio.?
Siento aun el beso que lleno mi boca,
y no pude decirte cuanto te amaba,
siento tus senos en mi pecho ardiente
sueño despierto porque no estás conmigo,
Ese amor que paso mucho tiempo no se olvida,
ni se acaba con el transcurrir de los años,
me dirás que estoy viejo y sigo en ti pensando
pero tu partida amor me dejo una herida.
Ese herida de amor que está en mi alma,
y no puede hacer que te olvide por un instante,
sueño, vivo, escribo por ti, amada amante
pero no puedo olvidarme… en verdad no puedo.
Estas lejos de mí y más recuerdo
de los años de amor que tú me diste
hoy son recuerdos nomas ya nada existe
ni tu amor ni la pasión de tiempos idos.
Donde estarás amor que no puedo verte,
donde estarás con tu gran encanto
estoy solito en la esquina de tu casa
cantando a medias nuestra gran canción
Adiós amor de mi infancia, amor verdadero,
mi maravilloso amor, mi primer amor,
amor de mis sueños, mi amor sincero,
me voy con la pena y con un gran dolor.
Pero te dejo este verso mujer de mi alma,
mujer de mi pueblo de mi gran pasión,
alguien te dirá que he vuelto a verte,
pero al no hallarte te deje mi corazón.
PERU.- CHIMBOTE, NOVIEMBRE 2010