Llegaste tu
como nueva voz de amanecer,
con tu vuelo; oferta energética;
equilibrio total de esta carrera
que es estar.
Tu vuelo…
manejado con madurez
desde la creación de tus alas,
perfumado de firmamentos
donde los tiempos de paz.
Tu vuelo… elevado,
aprovechado en el impulso
de aquellos orígenes previos,
planeando este hierro tallado de miel,
a veces esperanza, a veces frenada vileza.
Y llegaste tu…
con tu empuje, tu roce, tu peso,
tu levante; de grano alargado,
fuerte, como el plumaje que te viste
para infundir conciencia pura
en el aula de la libertad.
Tu vuelo…
tu vuelo batido,
marcando trazos en las entrañas del pueblo,
de arriba hacia abajo
de abajo arriba
como tierra que cruje
pidiendo café y pan.
Tu vuelo:
estacionario, fijo,
que por darlo todo
con humilde generosidad
crece en el imperio de tu termino,
donde los niños alados se hallan.
Tu, a tí ; hombre-niño alado
sin tanques, sin aceros
sencillo cual hermosa calandria
para tí es el cielo, nuestro cielo.
Tu vuelo… federado a estos pastizales
construyendo mundos pendientes
pareciese cantatas de adoración.
Tu vuelo,Caraballo, gotea humanidad…
Antonia Ceada Acevedo©