vereluna

Gracias, querida Yumié

Que linda tarde pasé

entre canciones y risas,

los niños con sus sonrisas

junto a Daniela y Yumié.

 

Sentí que me relajé

al verlos a ellos contentos

y yo, desde mis adentros

a mi niñez regresé.

 

Y pensé en mi nietecita

con cariño y con ternura

porque tiene la dulzura

reflejada en su carita.

 

Es por eso que los niños

son la esperanza del mundo,

pues sienten amor profundo

y siempre entregan cariño,

 

alegrando los lugares,

donde estén ellos presentes,

con sus caras sonrientes

y sus juegos singulares.

 

Gracias, querida Yumié

por compartir tu alegría,

tu ternura y fantasía

en este espacio, que es

 

un patio bello y precioso,

donde todos los niñitos

comparten bien uniditos,

de un rato maravilloso.

 

Así sabes recordar

a Martí, con sumo esmero,

pues fue el amigo sincero

que su amor supo entregar.

 

Vero