Pedro Verlaine

Envidia

 

¡Ya la había visto antes,

pero nunca le había tratado!

 

lucía zapatos negros

colgante blanco

mediecillas rosas

vestiduras largas,

componía papeles

destrozaba elogios

empañaba risas

¡aplaudía engaños!

 

Se acercó a mi vista

despreció el saludo

consiguió el pasaje

se anidó en mi casa

me brindó comida

¡se albergó en mi sala!

Consumió bebidas,

jugamos y cantamos,

me causó confianza

le enseñé mi canto

le escribí mis versos

recité un poema

¡pero no!.

 

Al día siguiente,

como luces negras

se extinguió en mis brazos

destrozó mi alcoba

¡se llevó mi canto!

asfixió mis versos

los sembró en engaños

se comió mis letras

publicó en el diario:

 

“Carecen de rima,

alegría y encanto”

Se pasmó en el tiempo

revivió la astucia

escupió mis versos,

¡mi poesía y canto!

 

Encontré a un poeta

le brindé mi tinta

le otorgué mi llanto,

escribió profundo

recitó a lo mudo

reveló a mentira

insultó al engaño

y lo mejor de todo,

con tinta seca

y papeles blancos,

alejó por siempre

a la señora asalto,

la señora envida,

y a la señora llanto.