En la vida y su escuela
a todos se les da clase
y con pruebas al examinarse
son algunos los que las superan
otros suspenden y suspenden
negando la suspensión
y sus bocas solo expenden
necedad y abominación
el que en la vida se ha doctorado
ha domado bien los sentidos
y ecuánime ha establecido
en la verdad su protectorado
con la sincera deliberación
el saber su lugar ocupa
en la humildad su bastión
que ante el error se disculpa
la capacidad de memorizar
no es ejercicio de repetición
es el retener al practicar
de la memoria su educación
las academias y universidades
la capacidad la limitan
con títulos y vanidades
y el orgullo se excita
sin leer se puede aprender
con la ciencia de la reflexión
que nos lleva a la conclusión
que Dios bien nos va atender
aquel que bien ha leído
los textos que son sagrados
alcanza el humilde estado
que en ellos es impartido
en absoluto engreído
se vuelve determinado
y comienza andar el camino
que los justos han marcado
la experiencia de la vida
es escuela permanente
y aquel que atentamente
las lecciones recibidas
las retiene convenientemente
las aplica de la forma debida