Hoy siento la hondura de tu vientre
y el tibio y frágil beso de tu sexo,
hoy me adentro en tu continente íntimo
Para probar la audacia de tu cuerpo.
Hoy me permito andar sin pensamiento
para sentir tu incontenible orgasmo
y el mío que huella el paroxismo
de los placeres altos y prohibidos.
Hoy te amo de cerca, lado a lado,
y me aboco a tu sexo venusino.
Hoy rozo y siento el horno tibio
de tu convexa entrega entre delirios.