Contigo aprendí a compartir
en las noches de luna azulada
los silencios y murmureos
de nuestros corazones unidos.
Juntos surcamos el universo inmenso
de emociones variadas,
esas que te arrastran a rincones desconocidos,
a sensaciones entre tristeza y júbilo.
Ríos de burbujas que flotan en el éter
entre los copos de nieve
estrellas de cristal
en caleidoscopios de fractales.
Melodías entrelazadas
bailando un minué, una bouré
cotillón en figuras elaboradas
coqueteando entre los cambios.
"Los flujos espérmicos explotan
en la vulva mandálica"
eco de la esencia divina
como satélite que cumplió su misión.
Eterno movimiento
nacer,
vivir,
morir,
renacer.
Merche DemBar
30/11/10