Hundida en este rincón en mi habitación no dejo de pensar en el día que te perdí mis mejillas parecen cascadas de la cual corre un mar de lágrimas y mi boca seca de palabras que no mueren en el intento se salir.
La soledad me consuela pero es inútil ella solo me mira y guarda silencio la cual no puedo soporta es muy doloroso todo esto, quiero corre pero no puedo, gritar tampoco ya que ellos vendrían me reirán y se burlarían de mi , luego me dejarían sola recordándote y con mas ganas de llorar por los ojos acusadores de aquellas personas que no sienten lo mismo que yo.
Seguiré aqui en este rincón con toda aquella pena y esperando hasta que me calme mi compañera soledad.