ALFREDO

TOMORROW

Podría morir mañana,
dejar de respirar súbitamente
sin que el corazón explique sus motivos.
Podría dejar de respirar
cuando el sol empieza a saludar
con sus rayos tibios.
Podría paralizarme como una planta
y quedarme inerte
observando que todo lo demás, se moviliza.
Podría morir mañana, y no decirle a mi padre
que lo quiero mucho.
Ni a mis tíos, con cálidas palabras,
expresarles con un muchas gracias,
mi cariño, para ellos, siempre oculto.
Podría morir mañana, pero felizmente
mi abuelita,
mi madre,
mi tía,
mi abuelo
y también mi queridísimo hermano,
están seguros de mi amor, para con ellos.
Podría morir mañana
y ya no oir los miles de quejidos
de las personas en las calles,
ni sentir esa impotencia
por no calmar sus hambres de victoria
y de sosiego.
Podría morir mañana
y no abrazar tiernamente a mis amigos,
ni jugar con mi perro por los parques,
ni visitar a mis familiares que están lejos.
Podría morir mañana.
Sé que mi cuerpo reposaría en el cementerio.
Pero mi alma, mi espíritu, mi ánima
recorrerían otros linderos ,
otros viajes, otros tiempos.
Podría morir mañana,
y ya no podría correr,
ni gritar,
ni escribir,
ni ganar,
ni perder,
ni llorar,
ni reir,
ni jugar.
Ni amar.
Tampoco podría amar;
y eso, sí entristece.