El amor que tú me diste
fue sincero y ardiente,
más cuando tú te fuiste
fue saborear la hiel
¡Pues con tu muerte!
Tanto tiempo que ha pasado
en la que no te puedo olvidar,
tanto tiempo que ha pasado
que hasta ahora no dejo de llorar
y solo por ti suspirar.
El cielo y la tierra
es imposible adherir,
nuestras almas atormentadas
que no se pueden unir.
Recuerdo tus últimas palabras:
“que algún día nos reencontraremos”
espero ansiosa la autorización de Dios,
y todavía verte no puedo.
Como someterme al destino
y aceptar que ya no existes,
como orientarme sin la guía de tu vos
y edificar sola lo que soñamos los dos.
en la vida las mujeres
muchas oportunidades tenemos,
y todas aquellas yo las perdí
por preferirte a ti “Amor mió”.
Descansa en paz
que en la otra vida nos veremos
quizás no como enamorados
sino como amigos,
pero será para mí La felicidad
del que tú me hayas reconocido
y el que estemos por fin
juntos unidos.