LEJANO como un pantano…,
lejano dentro de mis sentidos lejanos…
Malestares de tiempo aguado y relojes alternos.
Lejos vivo y lejos existo porque siento alejamiento
en todo lo que percibo con desgarro y sin descanso.
Nueve nombres sentenciaron entre los nubarrones
un hecho nada particular para los seres que habitan
en los páramos, en el bolso del dios que ya no es tal.
Ida y vuelta y volver a nacer como si la vida
tuviera en la mirada de hoy un huracán de estiércol
y alcohol del que no se entiende por qué no cura
las contusiones, ni los ojos insatisfechos,
ni a los cromosomas que aúllan
bajo los nirvanas del “querer amar”…
Lejano como un pantano muy cercano…,
soy lejano dentro de lo visto y lo oído;
con ramalazos de tiempo y minutos
que son exorbitantemente lejanos.