Derrotada miré como te ibas,
sin poder decirte ADIOS
tu silueta entre la lluvia desaparecia
y con ella el grito amargo de mi voz.
No te vallas te lo pido!!
No me dejes sin tu amor!!
que mi corazón no entiende y al borde del suicidio
se destroza con temor.
Celosa de la lluvia vivo
porque marcó para siempre tu ADIÓS
que te llevó derrepente y sin motivo
a pesar de ser testigo de mi gran amor.
Desconsolada te decia
TÚ ERES MI AMOR, EL ÚNICO EN MI CORAZÓN
y con tu mirada profunda y fria
me respondiste con tu ADIÓS.
Te amé y aun mas te quiero
aunque sé que no volverás
que pronto llegara la lluvia con el invierno
pero de mi corazón jamas, jamas te borraras.